Empresa de Licores de Cundinamarca, una institución que goza de muy buena salud
La historia de la Empresa de Licores de Cundinamarca, radica desde el año de 1905 cuando inicia siendo una fábrica de perfumes y esencias.
Y ahora 119 años después la Empresa de Licores de Cundinamarca está en la vanguardia de la tecnología y en una búsqueda permanente de nuevos productos para satisfacer las necesidades de las siempre cambiantes tendencias de los consumidores.
Esta gran historia comenzó hace más de 100 años, más exactamente en el año 1905, en la avenida Caracas con calle sexta, donde arrancó la Empresa de Licores de Cundinamarca.
Inicialmente se estableció como una fábrica de perfumes y esencias que estaba a cargo de ingenieros químicos franceses, pero debido a que el mercado de perfumes no era muy fuerte en el País, esto conllevó a que el Gobierno departamental decidiera convertirla en una fábrica de perfumes y licores, ya en el año de 1931 fue que se convirtió en la fábrica de licores, pero dependía de la Secretaría de Hacienda del Departamento de Cundinamarca.
Fue la primera fábrica de Colombia que logró procesos continuos de destilación a partir de la panela, que era la materia prima básica para la elaboración de alcohol.
En 1933 la fábrica se trasladó a la carrera 36 con calle décima, donde funcionó durante más de 60 años. En aquellos tiempos el ingeniero químico francés Pier Boutiq desarrolló la ginebra Boutik, que se fabricó hasta bien entrados los años 70.
Un golpe devastador para la empresa fueron los sucesos del 9 de abril de 1948 en el Bogotazo, cuando la fabrica quedó destruida, en donde además de las máquinas, también se perdieron para siempre buena parte de los archivos de la empresa y también las recetas de varios de los licores y perfumen que elaboraban.
En los años 50 y luego de que se compraran nuevos equipos, también se contrataron ingenieros químicos colombianos, y debido a que la Ginebra no estaba bien en el mercado, estos nuevos ingenieros desarrollaron nuevos productos y fue cuando aparecieron los primeros aguardientes ( Tequendama, Platino, Suave ) los rones Cundinamarca, Colombia, Dorado, Santa Fe de Bogotá y Gran Bogotá.
La Asamblea de Cundinamarca en el año 1958 convirtió la fábrica en una entidad descentralizada constituida como Empresa Industrial y Comercial del Estado y en ese mismo año la Empresa suspendió la elaboración de esencias y perfumes, para dedicarse de lleno a la elaboración de licores.
En el momento en que apareció el Aguardiente Nectar en el año de 1962, fue un total éxito en Bogotá y Cundinamarca, tanto que la empresa decidió dedicarse únicamente a fabricar ese producto.
Como consecuencia del éxito del aguardiente Nectar tradicional, la empresa le apostó a nuevos productos como el Ron Rumbero Aguardiente Nectar Azul, Aguardiente rojo sin azúcar y en 1997 lanzó la fórmula del ron que se quedaría en el mercado, el Santa Fe Añejo cuatro años.
La empresa ya era lo suficientemente grande como para competir a gran escala no solamente en Bogotá y Cundinamarca sino también en el mercado colombiano. Para ello era necesario contar con un canal de distribución y en 1977 estableció un convenio con Representaciones Continental para que fuera el distribuidor único de los productos de la Empresa de Licores de Cundinamarca, que aún se mantiene vigente.
En 2016 la empresa se trasladó a su actual sede en el municipio de Cota unos 3 km adelante de Bogotá en la vía que conduce a La Vega.
Con la nueva planta se modernizaron muchos procesos y se convirtió en la planta de licores más tecnificada de Colombia y la más grande de Latinoamérica, eso hizo posible el crecimiento de la utilidad en un 300 por ciento. Además, en 2018 el ron Santa Fe 12 años ganó el premio del jurado » Prize of the Juri «, como reconocimiento a su calidad superando a más de 350 licores del mundo según Monde Selection, un instituto internacional de selecciones de calidad que evalúa los productos de consumo de todo el mundo para premiar a las que se destacan por encima del resto.
La Empresa de Licores de Cundinamarca se ha modernizado a tal punto que los robots se encargan de tareas que resultaban muy dispendiosas y fatigantes para las personas.
Sin embargo, ninguna tecnología está en capacidad de suplantar el talento de las personas para elaborar y desarrollar los aguardientes y rones que se fabrican allí.
Por un lado, detrás de las máquinas hay personas que se encargan de darle mantenimiento y de estar pendientes de que funcionen de manera adecuada, así como de garantizar que se cumplan los plazos de ejecución, de producción y de distribución, como recuerda Hernando Tapias, encargado de la planificación y la ejecución de la Empresa de Licores de Cundinamarca, quien además señala que de la eficiencia y la rentabilidad de la empresa se benefician los programas de salud y la educación del Departamento de Cundinamarca le lleguen más recursos.
Pero con la llegada a la Gerencia de la Empresa de Licores de Cundinamarca del señor Jorge Enrique Machuca López, la Empresa ganó confianza, liderazgo, posicionamiento y rentabilidad, en las manos de Machuca, los productos de la empresa ganaron títulos y galardones que muestran la calidad de sus licores.
“ Resaltamos que las empresas públicas sí son eficientes, la #ELC genera más de ciento ochenta mil millones de pesos al año para la educación, la salud y el cumplimiento de las metas del plan de desarrollo departamental. Seguimos creciendo y haciendo la tarea. Somos orgullosamente colombianos, públicos y cundinamarqueses ”, comentó el anterior Gerente Jorge Enrique Machuca en los micrófonos de la W radio.
Además, detrás de estas bebidas que han alegrado durante tantas décadas la vida de los colombianos y que en millones de ocasiones se han destapado para celebrar ocasiones especiales están los encargados de darle ese sabor único, ese toque sutil que diferencia un aguardiente de otro.
Como señala Carla Vanessa Navas, ingeniera química encargada de la preparación de los aguardientes y los rones :
“ El secreto en la elaboración de los licores está en la mezcla de los anises y de las diferentes esencias. En los rones el secreto está en las tafias, que son la base del ron, el tiempo de añejamiento y los barriles que se utilicen ”. También está el manejo de los grados de alcohol. Y como los gustos de los consumidores cambian con el paso del tiempo, es necesario innovar con nuevos productos que se adapten a las necesidades de nuevos públicos.
Así es como la Empresa de Licores de Cundinamarca permanece en el corazón de los colombianos y los ha acompañado en sus celebraciones.
